Soy el responsable de persecución que hubo en Cuba a homosexuales.

La Habana // JORNADA.UNAM.MX.

El líder cubano Fidel Castro se responsabilizó de la persecución desatada en contra de los homosexuales, luego del triunfo de la revolución de Cuba.

“Soy el responsable de la persecución a homosexuales que hubo en Cuba”, dijo en una entrevista.

Fidel concedió una extensa entrevista al matutino mexicano La Jornada.

Aunque no hay nada que denote en él malestar alguno, creo que a Fidel no le va a gustar lo que voy a decirle:

Comandante, todo el encanto de la Revolución Cubana, el reconocimiento, la solidaridad de una buena parte de la intelectualidad universal, los grandes logros del pueblo frente al bloqueo, en fin, todo, todo se fue al caño por causa de la persecución a homosexuales en Cuba.

Fidel no rehuye el tema. Ni niega ni rechaza la aseveración. Sólo pide tiempo para recordar, dice, cómo y cuándo se desató el prejuicio en las filas revolucionarias.

Hace cinco décadas, y a causa de la homofobia, se marginó a los homosexuales en Cuba y a muchos se les envió a campos de trabajo militar-agrícola, acusándolos de “contrarrevolucionarios”.

–Sí –recuerda–, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia! –repite enfático–, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros… Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios.

Se sabe que entre sus mejores y más antiguos amigos hay homosexuales.

–Pero, entonces, ¿cómo se conformó ese odio al “diferente”?

Él piensa que todo se fue produciendo como una reacción espontánea en las filas revolucionarias, que venía de las tradiciones. En la Cuba anterior no sólo se discriminaba a los negros: también se discriminaba a las mujeres y, desde luego, a los homosexuales…

–Sí, sí. Pero no en la Cuba de la “nueva” moral, de la que tan orgullosos estaban los revolucionarios de dentro y de fuera...

–¿Quién fue, por tanto, el responsable, directo o indirecto, de que no se pusiera un alto a lo que estaba sucediendo en la sociedad cubana? ¿El Partido? Porque ésta es la hora en que el Partido Comunista de Cuba no “explicita” en sus estatutos la prohibición a discriminar por orientación sexual.

–No –dice Fidel–. Si alguien es responsable, soy yo…

“Es cierto que en esos momentos no me podía ocupar de ese asunto… Me encontraba inmerso, principalmente, de la Crisis de Octubre, de la guerra, de las cuestiones políticas…”

Pero esto se convirtió en un serio y grave problema político, comandante.

Comprendo, comprendo... Nosotros no lo supimos valorar... sabotajes sistemáticos, ataques armados, se sucedían todo el tiempo: teníamos tantos y tan terribles problemas, problemas de vida o muerte, ¿sabes?, que no le prestamos suficiente atención.

Después de todo aquello, se hizo muy difícil la defensa de la Revolución en el exterior… La imagen se había deteriorado para siempre en algunos sectores, sobre todo de Europa.

Comprendo, comprendo –repite–: era justo...

La persecución a homosexuales podía darse con menor o mayor protesta, en cualquier parte. No en la Cuba revolucionaria –le digo.

Comprendo: es como cuando el santo peca, ¿verdad?… No es lo mismo que peque el pecador, ¿no?

Fidel esboza una tenue sonrisa, para luego volver a ponerse serio:

Mira: piensa tú cómo eran los días nuestros en aquellos primeros meses de la Revolución: la guerra con los yanquis, el asunto de las armas y, casi simultáneamente a ellos, los planes de atentados contra mi persona…

Fidel revela lo “tremendamente” que influyeron en él y lo que alteraron su vida las amenazas de atentados y los atentados mismos de que fue víctima:

“No podía estar en ninguna parte, no tenía ni dónde vivir…” Las traiciones estaban a la orden del día, y él tenía que andar a salto de mata…

“Escapar a la CIA, que compraba tantos traidores, a veces entre la misma gente de uno, no era cosa sencilla; pero en fin, de todas maneras, si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía. Yo no voy a echarle la culpa a otros…”, sostiene el dirigente revolucionario.

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