Santo Domingo.- Uno de los hábitos orales infantil más común es el chuparse el dedo, además de las funciones fisiológicas normales (alimentación, fonación) el bebé utiliza la boca para conocer el medio ambiente que lo rodea, ya que esta es una parte del cuerpo que experimenta un gran desarrollo en la primera etapa del crecimiento.
Un alto porcentaje de los niños desarrollan el hábito de succión, ya sea el dedo, chupete, pañito, durante el primer año de vida, en este período, este hábito es considerado normal, después es considerado nocivo.
Se considera la succión de los dedos normal hasta los cuatro años de edad, a partir de este momento es importante implementar medidas terapéuticas para eliminar el hábito. El dedo que más se succiona es el pulgar, pero el número y dedo varia de un niño a otro.
La medida más importante y efectiva con los hábitos orales es reconocerle lo más pronto posible y así evitar futuros inconvenientes. La frecuencia, intensidad y duración son factores que determinan el daño que ocasionan las mismas.
Identificado el hábito de succión, los padres deben consultar al odontopediatra y juntos determinar el plan de acción para eliminarlo. Lamentablemente muchas veces los adultos inician una lucha infructuosa, basada en regaños, cantaletas y castigos, logrando únicamente que el niño aumente la frecuencia del hábito. Esta actitud solo consigue reforzar el habitó en el niño ya que el se da cuenta que gracias a esto el logra atraer la atención de sus padres y a su edad el no es capaz de reconocer que el mismo es perjudicial.
Características de un paciente con hábito de chuparse el dedo:
Malformación del dedo succionado.
Paladar profundo.
Cara alargada.
Dientes superiores hacia delante e inferiores hacia adentro.
Dificultad en la fonación.
Falta de contacto entre labios.
El hábito de succión persistente puede estar relacionado a trastornos psicológicos, antes de iniciar el tratamiento el odontopediatra debe realizar un minucioso interrogatorio y determinar si es necesario o no la integración del psicólogo al plan de tratamiento.
Es muy importante conversar con el niño y que asuma posición de cooperación, el debe saber los daños que le esta provocando a su salud e hábito y lo importante de su actitud.
El odontopediatra elegirá el aparato que amerite cada caso, comúnmente son conocidos como "Rompe Hábitos", los hay fijos y removibles, deben ser evaluados periódicamente por el profesional de la salud oral y su tiempo de uso difiere en cada caso.
El éxito del tratamiento va a depender del esfuerzo y cooperación de todo el equipo, padres, paciente y profesionales de la salud.
Recuerda una consulta a tiempo previene serios problemas. Infórmate con tu odontólogo!!
La autora de este artículo es la doctora Arabella Michelen, directora general del Grupo Odontología Dominicana, ODONTODOM, un centro que brinda todo tipo servicios odontológicos, ubicado en
Por: Nuestros hijos.com.
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